Hoy es un buen día... para re-enfocar en Dios... es decir, permitir que el punto central de nuestra vida sea Dios mismo... sin preocuparnos u ocuparnos tanto por otras cosas... o permitir que el sufrimiento nos aleje del Único que puede sanar todas nuestras heridas... Job, un hombre justo, así denominado por Dios mismo... tuvo necesidad de aclarar su visión... A veces el hecho de que las cosas no salgan como pensamos, nos traen la bendición de poder ver a Dios de otra manera... En realidad, de una manera más íntima... donde El.. y sólo El... ocupa el centro de nuestra existencia... Este varón de Dios, al pasar por experiencias críticas y extremas... pudo reconocer que había tenido un conocimiento especulativo o teórico del Dios al cual servía... pero como resultado de lo vivido... y sufrido... (pérdidas fiscales, muertes, enfermedades, pérdida del amor y la amistad de los seres queridos)... obtuvo el extraordinario beneficio de que ahora... no sólo conocía a Dios por referencia o lo que había escuchado de El... sino porque sus ojos Le habían visto... Le había conocido íntimamente...(Job 42). Hoy es un buen día para que... a pesar de nuestras vivencias más dolorosas... pongamos intencionalmente nuestra mirada en el Señor... ¡Sí, hoy es un buen día!
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